jueves, 1 de diciembre de 2011

Fragmentos de la estadía*


Tres años de longitud han forjado la certeza de que la distancia es una brecha abierta hacia la memoria. Desperté pisoteada por el tiempo, masticando la naturaleza errática a la que pertenezco, la misma que me trajo hasta aquí sin mayor justificación. Japón a pesar de sus enigmas no es mi sitio, toda esta vorágine me acalla, me hace transeúnte de mí misma. Como luciérnaga perdida en el firmamento estoy. Mientras que la soledad se me presenta burlona y con gesto irónico aparece en todos los momentos. Hoy adquirió la forma de Maneki Neko. Sé que es ella la que me mira con su pata alzada que sólo atrae preguntas y confrontaciones, pues no ha habido visitas ni prosperidad en este recinto. Me quejo del día y de mis decisiones, siempre desatinadas y oscuras. Escribo estas líneas mirando por la ventana la coreografía caótica que emprenden los caminantes en su desquiciante lucha por vivir. Así voy trazando un nuevo destino, quizás una nueva huida. 

*Texto de la semana 14 del proyecto literario Las 3 Variables.

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