viernes, 14 de mayo de 2010

Crocantes y dulces

Sin proponérmelo he encontrado la mejor táctica y estrategia. El más sublime, genuino y megapoderoso instrumento para conquistar el mundo. Nunca había considerado esta hazaña, pero ya que se presenta la oportunidad no la puedo perder.

Napoleón, Pinky y el Imperio Norteamericano nunca imaginaron que yo, la soñadora insomne, me los llevaría por delante con este fabuloso plan.

¡Conquistaré el mundo con galletas!

Sí, con galletas. Después de descubrir la receta de Galletas de Papelón del cocinero venezolano Víctor Moreno, después de hacerlas con el rigor metodológico y afectivo que implica cocinar, después de saborear la creación magnífica: crocante, dulce, aromática y con la humedad exacta no dudé que con galletas podría rendir el mundo a mis pies.

El plan es el siguiente: como futura gobernadora del mundo acompañaré las adictivas galletas con otras estrategias que han funcionado para el control de las masas, éstas sólo van a fungir como complemento puesto que el verdadero poder está en las galletas. Entonces es obvio que emplearé un poco de demagogia, nunca puede faltar esa herramienta del discurso y la retórica para seducir a los pueblos. Luego con un poco de práctica seré la insomne más carismática que han conocido antes (tendré twitter y echaré chistes y todo) y por último no dejaré de emplear el eficiente método del asistencialismo, por ello ejecutaré estos programas sociales: Centro Médico Integral Galena Galleta, Comedor Popular Galletas Insomnes, Galleta Milagro (para niños y personas en la calle), Galleta Vivienda y EducaGalleta, entre otros. En todos se darán galletas de papelón gratis.

Ofreceré galletas a todo el que me adule y quien se atreva a oponerse a mi mandato lo castigaré con años de encierro donde sólo comerá galleta de soda vencida.

Ninguna trasnacional galletera tendrá más poder, aunque seguro me tocará darles algunas concesiones y crear empresas mixtas para dominar el poder popular. Cuando se quiere tener poder hay que lidiar y negociar con los que también lo anhelan.

Por otra parte, mi sistema de seguridad nacional reprimirá las manifestaciones con fusiles lanzadores de panes duros y con gas del bueno extraído de leche fermentada. Seré todo un gobierno con cultura galletuna. Muajajaja… 

Un momento. Esto de pensar en conquistar el mundo atrapa la mente…

Creo que estoy exagerando. En vez de conquistarlo podría salvarlo. ¿Por qué no? Salvarlo de la insensibilidad expansiva, del individualismo aislante, de la superficialidad común, de la carencia de creatividad, emoción y amor por la vida.

Lo dijo Bukowski: para salvar al mundo, hay que salvar a los hombres de uno en uno, lo demás es romanticismo grandilocuente o política. Él también exagera, pero en parte tiene razón. Así que decido conquistar y salvar el mundo compartiendo el placer de las cosas y de la comida, no hay nada más que rescate a las personas que el afecto y para mí cocinar es crear y dar afecto.

Aquí les dejo esta receta que fue publicada en la Revista Bienmesabe en marzo 2010.

Galletas de Papelón
2 ¼ tazas de harina todo uso
2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de canela molida
¾ cucharadita de jengibre molido
½ cucharadita de pimienta guayabita molida
½ cucharadita de clavo de olor molido
½ cucharadita de sal
½ taza de manteca vegetal a temperatura ambiente
½ barra (1/4 de taza) de mantequilla sin sal suavizada
1 taza de azúcar morena oscura
1 huevo grande
½ de papelón molido

Precalienta el horno a 180º C.

Bate la harina, el bicarbonato de sodio, la canela, el jengibre, la guayabita, el clavo de olor y la sal en un tazón hasta que éste bien mezclado.

Luego bate la manteca, la mantequilla y el azúcar morena en un tazón grande con una batidora eléctrica a velocidad media alta hasta que quede una mezcla pálida y esponjosa, unos 3 minutos. Agrégale el huevo y el papelón, batiendo hasta combinar.
Agrégale ahora la mezcla de la harina a la mantequilla, mezclar suavemente hasta que quede una masa homogénea.

Con las manos húmedas, has bolitas de aproximadamente 5 centímetros de diámetro, y colócalas en una bandeja de hornear, sin engrasar, con otros 5 centímetros de separación entre una y otra. Hornea  de 10 a 12 minutos, volteando la bandeja la mitad del tiempo para que se doren parejas.

Después disfruta del olor a galleta que impregnara tu casa durante el tiempo en que se están horneando. Al sacarlas el Chef sugiere decorarlas espolvoreando azúcar pulverizada. Acompañadas con leche son lo máximo, una experiencia suprema.