Yo que no he tenido
nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida…
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida…
Rafael Cadenas
Cansado,
sobre todo,
de estar siempre conmigo…
sobre todo,
de estar siempre conmigo…
Oliverio Girondo
Seguro que si me toman una
foto sería muy parecida a esta. Ahora dudo, ¿es una foto o un espejo? He transitado
una franja oscura por la que se escurre el agua y el polvo del tiempo, siempre
sucio, mancha he sido. Una mancha sin compromiso, sin razón de ser, un estorbo
para otros, una mancha resistente, agotada de su condición de mancha. Un
espectro sin sueños. No tengo nada ni a nadie porque nada he ofrecido, las
personas se alejan de mí porque no toleran mi silencio, mi conformidad con
todo, mi dificultad de vivir. Una vez intenté comprometerme con una causa que
consideraba noble, pero comencé a sufrir de sueño y la causa fue la cama y la somnolencia.
Una vez intenté expresar lo que sentía a una vieja amiga de la que olvidé ya su
nombre y solo me salió aire, un trozo de noche nublada. Una vez quise llorar y me
reí con un resentimiento sin lugar. Una vez quise buscar los bordes, el centro
donde me sostengo y las manos se me iban lejos haciendo eco en el vacío. Una
vez cambié mi nombre por derrota y mi apellido por cansancio. Una vez creí que
nací para ser el modelo de aquellos que no querían ser como yo, pero después me
di cuenta que ese era un rol muy importante como para ejercerlo. Una vez
determiné que me dejaría llevar por esto que soy y no soy, desde entonces la
corriente del sinsentido me lleva de la mano y no hago ningún esfuerzo. Unas
veces me atrevo a tener un sueño y como el hombre de la imagen siento que me
desvanezco, que me hago invisible, hasta que viene alguien y me reconoce y con
un gesto, una mirada o un saludo me hace perder todas las esperanzas.
*Texto de la Cuarta Semana del Proyecto Literario Letras Instántaneas